HEINRICH SLICHMAN

Nació el 6 de enero de 1822 en Alemania.


Convencido desde niño de la veracidad histórica de los poemas de Homero, se retiró de los negocios con sólo 36 años para consagrarse a la búsqueda de las ruinas de Troya. Estudió arqueología en París y recorrió medio mundo para documentarse; y, por fin, en 1868, se trasladó a Grecia y Asia Menor para excavar.

Heinrich en solo un año aprendió holandés, español, italiano y portugués. A ellos se sumó luego el ruso. Y Schliemann supo aprovechar hábilmente esos conocimientos. fue el descubridor de Troya.

Era un millonario comerciante y director de banco alemán que desarrolló parte de su trabajo en San Petersburgo.

Este hombre tenia una gran visión para los negocios logro convertirse en un gran comerciante, pero eso no le alejo de su curiosidad por la mitología griega y Troya; cuando tuvo los recursos suficientes viajo a Asia para encontrar el que había sido su sueño desde niño. Haciendo excavaciones con su mujer Sofía descubrió el Imperio Otomano y excavo tan profundamente que desenterró una ciudad de la Edad del Bronce anterior a la de Troya.

Entre sus hallazgos más notables se cuenta lo que el llamó el “Tesoro de Príamo” con esto convenció al gobierno Turco de empezar una excavación en Micenas, donde encontró mas tesoros como una máscara.

Sin embargo, ni la máscara ni el tesoro de Priamo eran de la época en la que él se basaba, sino que eran más antiguos, por lo que no habían pertenecido a los dueños que Schliemann había dicho. A pesar de esto él tiene un papel muy importante en la historia.

Se fue a vivir a Rusia e hizo negocios con municiones con los que ganó una fortuna.

 Lo sacó del país de contrabando y se lo regaló a los alemanes. Sin embargo, en el entrevero de la II Guerra Mundial, el tesoro fue a parar a Rusia y se lo dio durante largos años por perdido. Hoy lo alberga el Museo Pushkin, en Moscú.

 Murió el 26 de Diciembre 1890 en Italia.